Perfiles masónicos de Indianos del Oriente de Asturias en logias de Cuba Siglo XIX

 

Seguimos con la entrega de este trabajo sobre la presencia de asturianos del Oriente de Asturias en la masonería cubana y de un  total del listado que a dia de hoy tengo sobre posibles masones asturianos en Cuba, decir que tendré  unos 375, pues de todo ellos, lo pertenecientes al Oriente de Asturias  y que tenga algún que otro dato solo son unos cincuenta  y cuatro masones inscritos en los talleres sitos en la Isla de Cuba que son del Oriente de Asturias  y de algunos de ellos  tenemos algunos datos:

Eugenio Allende. Aunque su simbólico es el de “Eón”, éste no nos indica su procedencia, pero si nos atenemos a que hay “Allendes” con capital indiano en Ribadesella, y además está en la misma logia que Juan Alvarez García de simbólico “Ribadesella”, con el cual comparte no sólo la profesión de “comerciante”, sino que coinciden en el tiempo dentro del taller sito en ciudad de Cienfuegos, no sería muy aventurado considerarle como originario de dicho concejo.

Juan Amieva García. Nacido en 1868, su simbólico es “Llanes”, lo que indica a tenor de dicha adopción y de sus apellidos que es nacido en dicho concejo. Se encuentra adscrito a la masonería desde 1893 y en 1895 obtiene el grado de Maestro Masón, ejerciendo de Secretario del taller 2ª Unión y Concordia 194, ubicado en los Valles de La Habana.

Se le abrió expediente por la Dirección General de Seguridad Española.

Severo Ardisana Noriega. Se le ha adscrito a la zona de Llanes de donde son oriundos sus dos apellidos. Está soltero y su profesión es la regazador.
En la logia La Santiaguense 46 es conocido por un simbólico, muy típico por otra parte, entre los originarios de la zona, que tienen predilección por el personaje de “Pelayo”. A su vez, éste francmasón figura con el cargo de Portaestandarte y tiene el grado de Maestro Masón.

Se le abrió expediente por la Dirección General de Seguridad Española.

Manuel Atalaya Cossío De este francmasón apenas si había unas notas perdidas por los expedientes de su logia, la Porvenir 94, y a través de ello y de sus crónicas como periodista en el órgano oficial de la Liga Universal de los Librepensadores “El Librepensamiento”, se ha podido ir desentrañando su pequeño historial. Proviene de una familia de la zona de Abandames, con un posterior asentamiento en Villaviciosa. Adopta nuestro biografiado el simbólico de “Giordano Bruno” en recuerdo del pensador italiano del Renacimiento encarcelado y quemado vivo por la Inquisición.

De muy joven emigra a América, donde, tras un accidentado periplo, llega a Cuba, ingresando en la logia antes citada, donde le encontramos con el grado de Maestro Masón y el cargo de Orador e incardinado en los movimientos independentistas de la isla caribeña.

Francisco Balbín: ocupa el cargo de Gran Maestro de Ceremonias dentro de la Gran Logia Simbólica de la Isla de Cuba, y es de los pocos asturianos que están adscritos a las logias de marcado carácter antillano: La Gran Logia Simbólica de la Isla de Cuba, que surge de la fusión entre el Gran Oriente de Colón y la Gran Logia Isla de Cuba, y cuyo resultado es la Gran Logia Unida de Colón e Isla de Cuba bajo los auspicios del GONE.

José Barros Coviella es natural de Villaviciosa, o al menos así se estima, tras encontrar a otro individuo con los mismos apellidos en una relación de “Hijos de Villaviciosa y su Concejo en la Habana”. Está adscrito a la logia Unión Hispano- Americana 132, donde hay un originario de Villaviciosa y varios del área de este estudio.

Juan Bautista Naredo, “Infiesto”: su simbólico nos indica su origen, y más si tenemos en cuenta que hay fichados diversos “Naredos” en la zona de Villaviciosa y Cabranes. Tiene el grado de Maestro Masón (3º) y figura en 1880 como lismonero de taller Beth-ila 142 de Matanzas.

Se le abrió expediente por la Dirección General de Seguridad Espoañola.

Rafael Carriles Carrera: su simbólico “Hontoria”, nos traslada al verde valle llanisco de donde es originario este francmasón, que ocupa el cargo de 1º Vigilante dentro del taller Hijos de Palestina nº 40, que ayudará a fundar junto con otro medio centenar de hermanos masones. Entre ellos se encuentra el Guarda Templo con el simbólico “Pelayo”, que corresponde a Justo Cueto Peláez, y que no hemos incluido en el listado por ofrecer dudas su pertenencia al oriente asturiano, aunque sus dos apellidos son de neta raigambre en esta comarca.

El hermano “Hontoria no está en los listados de Ferrer Benimeli, sino que sale de una referencia de Castellanos Gil sobre logia antes citada, que cuatro años más tarde de su fundación abandona el GONE para pasar al GOE, por razones relacionadas con el enfrentamiento entre Obediencias, tal y como se recoge en el siguiente texto:

“...puesto que se les había prohibido a principios de 1893 las vistas de masones pertenecientes a otras obediencias. Esta medida fue enjuiciada por los miembros del taller como una intromisión del Capítulo y que atentaba contra la “ Libertad, Igualdad y Fraternidad, Además consideraban que con dicha medida se pretendía evitar la discusión de temas importantes como el “capital y el trabajo” y” la pena de muerte” y otros que afectaban a cuestiones y problemas sociales

Y acuerdan romper de una vez y para siempre el circulo de hierro y las cadenas del opresor que arbitrariamente trataban de aprisionar y cohibir los derechos de libres masones honrados a los que componen la Respetable Logia Hijos de Palestina ..”[i]

José Cossío, simbólico “Panes”, no muestra ninguna duda a cerca de su origen, el concejo mas oriental de Asturias, Peñamellera Alta. El hermano “Panes” trabaja en los valles de Santiago de las Vegas, en el seno de la logia Los Templarios, donde ocupa el importante cargo de 2º Vigilante, donde además su Venerable ostenta también un conocido apellido de la zona, Trespalacios, y otros más de origen asturiano como Montoto, Arias o Calzada, que ocupan un lugar en el cuadro de dignidades del taller.

Manuel Cué. Simbólico “Nemo”, no nos confirma lo que presagia su primer apellido de claro matiz llanisco. Cué es un hiramita que se halla en un taller dependiente del GOE, Los Girondinos nº 16, ubicado en los valles de Victoria de Tuna, donde ocupa el cargo de Orador con el grado 18º; según su ficha, su profesión es la de hacendado.

¿Pero quién era Manuel Cué?
El libro de semblanzas titulado “Indianos del Oriente de Asturias” de Gracia Noriega, aporta alguna referencia sobre quién es éste hiramita:

“...nace en el caserío de La Arquera, el 9 de Junio de 1834, y pasó sus primeros años en casa de su abuelo a la sazón comerciante que anima al joven Cué con 17 años a emigrar a Cuba. Embarcó en la corbeta “Villa de Gijón” en 1851, ejerciendo diversos trabajos en comercios de emigrantes llaniscos, formando sociedad con uno de ellos que se refleja como Cué Gutiérrez y Cía, dedicada a la importación y exportación de mercancías...”

En 1865 se registra como la primera vez que Manuel Cué viene a Asturias, y volverá a Cuba en 1872, para regresar y casarse en 1874 en Santander, creando una casa comercial..

Hay ciertas discrepancias en fechas, pues si nos atenemos a la semblanza realizada por Gracia Noriega, es como si Manuel Cué, no se hubiera movido ya más de Asturias desde 1874, puesto que no se aportan más referencias de viajes y estancias de éste llanisco a las Antillas, que las debió de tener como hacendado que era, con propiedades y sociedades en aquellas tierras.

Era bastante típico que dichos indianos tuvieran residencia en ambas orillas del océano, como ya hemos visto con algunos personajes ya tratados en la masonería de 1900, que aún estando afiliados en la masonería asturiana sus domicilios estaban en las tierras de ultramar o viceversa.

Como todo indiano que volvía rico, y con la condición de ser o haber sido francmasón y con el grado de Príncipe Rosacruz (18º), tal vez sean más explicables sus preocupaciones filantrópicas, aunque también es cierto que era muy común entre los indianos no masones el prodigarse en tales hechos. Según nos cuenta Gracia Noriega la preocupación de Manuel Cué por la labor educativa era grande:

el indiano Manuel Cué permanece unido al recuerdo del colegio de la Arquera que levantó a sus expensas en las inmediaciones de Llanes(...), se preocupaba principalmente por la formación y en proporcionar toda la enseñanza que la carrera de comercio exige para que los jóvenes emigrantes encuentren rápida colocación...”

La escuela que manda construir el hermano “Nemo”, tenía una capacidad para 140 alumnos de escasa economía y cuyas edades oscilaban entre los 10 y 14 años. El coste de las escuelas fue de unas 20.000[ii] pts de la época, que aún se pueden contemplar en el pueblo del que toman el nombre. Esta institución educativa va estar regida por los Hermanos de la Doctrina Cristiana, los famosos “hermanos baberos” que habrían de regir varias instituciones educativas en Asturias, y que algunos de ellos fueron víctimas en los sucesos revolucionarios del 34.

José Cuétara. Este “hijo de la viuda” es una nueva incorporación al listado base, anteriormente mencionado. Hay diversos miembros con ese apellido y con el origen referenciado, lo cual lleva signarlo como procedente de Ribadesella o sus entornos, aunque el simbólico que adopta ,“Favila” , no clarifica mucha tal aseveración.

Favila” ejerce de Limosnero dentro del combativo taller Los Comuneros 144, cuyos ideales simbólicos se sustentaban en las figuras de Maldonado, Padilla y Bravo.

“... que son sus nortes y fieles defensores de sus recuerdos para inmortalizarlos, nos servirán d escudos por siempre y cual de ellos para llegar al cadalso moral de nuestras glorias y seguiremos sus huellas para llegar cual sólo uno, cual ellos hicieron en Castilla para morir con gloria por nuestros fueros y libertades”.

Tal y como comenta Castellanos Gil, la actividad de esta agrupación fue un tanto agresiva y poco fraternal, tal y como se desprende de sus palabras:
Hemos matado por completo la agrupación irregular de Colón y Cuba, (dos obediencias ubicadas en dicha isla).. pero nuestra obra no está cumplida, necesitamos trabajar, y levantar colegios colombinos y organizar otro taller...[iii]

José Díaz Benito. Su simbólico “Infiesto”, nos vuelve a llevar a los verde valles piloñeses, donde nace en 1866. En 1893 lo tenemos adscribiéndose a la masonería dentro del taller la 2ª Unión y Concordia 1893.
Se le abrió expediente por la Dirección General de Seguridad Española .

Ramón Díaz González, que adopta el simbólico de una pequeña aldea bien de Cangas de Onís o de Piloña, “ Cardes” de donde debe ser originario. Trabaja en una logia de corta vida, “por la apatía de su primitivo cuadro de dignidades y por la anulación de su Carta Patente”. Aunque de nuevo el taller vuelve a cobrar vida en 1890 en el valle de la Habana, donde nuestro hiramita ocupa en 1888 el cargo de Maestro de Ceremonias, y en cuyo cuadro de dignidades está con otros asturianos procedentes de Proaza y Gijón.

Julián Faya González. Pertenece a la logia Santiaguense nº 46 ubicada en los valles de Santiago las Vegas, su grado es el de Maestro Perfecto (5º). Su simbólico, “Sella”, le delata como originario de los concejos que riega el río del que toma dicho nombre, posiblemente de Cangas de Onís, Parres o Ribadesella , puesto que hay otro “ Sella” y con el mismo apellido: Ramón Faya, que trabaja en la logia con Francisco Cuétara, de simbólico “Alea” (conocido pueblo del concejo de Ribadesella). En este caso son un efecto palpable del refrán de que “ un clavo saca a otro clavo”.

Se les abrió expediente por la Dirección General de Seguridad Española.

Bernardo García González . Tabaquero que reside en Cabañas, donde se ubica la logia Samper nº 278 bajo los auspicios del GONE. Ingresa en 1890 y tiene el grado de Gran Elegido Sublime y Perfecto Masón (grado 14º). Nace en Piloña, como así indica la adopción del simbólico “Infiesto”. Quien comparte también dicho simbólico es otro piloñés, Francisco García Valdés, grado capitular Soberano Príncipe Rosacruz (18º), que está adscrito a la Logia Antonio Pío 26 ubicada en Regla, y que ignoramos la Obediencia a la que pertenece.
José Mª Pérez Ardavín, “Pumarada”, un simbólico adoptado en recuerdo de las plantaciones de manzanos de su tierra; tiene apellidos de origen piloñés, al menos el segundo de ellos, y la razón de inscribirlo como originario de tal zona no solamente es debido a su apellido, sino que además en la logia 2ª Unión y Concordia 194 convive con otro pilonés, José Díaz, de simbólico “Infiesto” y con un llanisco, Juan Amieva García . En el taller figura como 2º Experto.

Se le abrió expediente por la Dirección General de Seguridad Española.

Quien nos ha quedado fuera del cuadro y que puede ser un claro ejemplo de “dudoso origen su pertenencia al oriente asturiano” ha sido José del Fresno, de simbólico “ Miguel Angel” y de profesión sastre, que se recoge como natural de Oviedo y trabaja en la logia Hijos de Hiran donde hay tres asturianos más uno de Llanes, otro de Ribadesella y el último de Colunga. El apellido “Fresno” tiene en Miravalles (Villaviciosa) masones portadores de dicho apellido trabajando en los talleres asturianos de 1900, concretamente a Ramón y Maximino del Fresno, aunque su padre era D. Ramón del Fresno. A falta de otros datos que contrasten su identidad, se ha preferido dejarlo fuera por el momento, aunque anotándolo para posteriores trabajos investigación.

De los distintos masones que se creen oriundos del Oriente y que por la adopción de un nombre simbólico de carácter genérico podrían arrojar serias dudas estarían: “Johnson” cuyo simbólico corresponde a Ramón Sanfeliz Peláez, su primer apellido le hace originario de la zona de Villaviciosa, puesto que hay otro oriundo de tal concejo con el mismo apellido, sin embargo hay datos que lo constatan como natural de Cabranes. Lo que si sabemos es que Ramón Sanfeliz era miembro en 1922 del Centro Asturiano de la Habana, donde ocupa el cargo de vocal de la junta directiva, su ligazón a tal sociedad en la que siempre ocupará cargos directivos llega hasta 1937. 

Otro apellido originario de Villaviciosa es Obaya Vallín, que adopta el simbólico de “Pelayo”, común entre los oriundos de la zona oriental asturiana. Este simbólico también lo adopta Constantino Junco Junco, cuyos apellidos tienen solar en el pueblo de Junco (Ribadesella) y por último tendríamos a “Socrátes”, que corresponde a José González García, supuesto hermano de Carlos González García, “Infiesto”, con el que además comparte fecha y estancia en la logia Obreros del Progreso 174, por cierto la más numerosa en asturianos originarios del surco prelitoral del Oriente de Asturias.

Los demás francmasones en cuanto a la adopción de su simbólico, no ofrecen dudas como asignados a la zona del Oriente de Asturias, pues hacen claras referencias a sus lugares de nacimiento, o a las entidades ó villas donde vivieron; en todo caso, la adopción del simbólico en la logia por parte de estos francmasones ( los 222 de Benimeli) presenta esta composición: ciento once de carácter geográfico; unos catorce de estructura simbólica o míticos: Eón, Babel; otros cinco de referencia al mundo vegetal: Margarita, Roble, Pino; la posición ideológica a través de simbólicos como Libertad solo se registra en seis masones asturianos; y setenta y siete hacen referencia a personajes históricos, donde destacan: Pelayo con dieciséis; Jovellanos con siete; y finalmente Riego con cinco; y en el resto no consta su simbólico

Este es el panorama de las adopciones de simbólicos por parte de los doscientos veintidós masones donde se registra una mayor inclinación por los simbólicos de carácter geográfico y por los personajes históricos como Pelayo, o Riego.


[i] Texto de Castellanos Gil, ya citado , página 166; proveniente a su vez del AHNSGC signatura 785-A-7 Memoria de la logia Hijos de Palestina.
[ii]Llanes Fin de siglo XIX”. de Mª Cruz Morales.
[iii] Este texto como el anterior, están extraídos del libro de Castellanos Gil, en la obra ya citada y que se pueden encontrar en la página 169 y en el Archivo Sig. 748-A-13 ubicado en AHNSGC (Salamanca).

Víctor Guerra.
























































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