EL GODF RETORNA A ASTURAS. SIglo XX
SIGLO
XXI. EL RETORNO DEL GRAN ORIENTE DE FRANCIA
CONTEXTO
DEL RETORNO
Un
cuarto de siglo después del levantamiento de columnas de la primera logia que
se asienta en Gijón en 1850, a través
del impulso de tres hombres: José Victory, Joaquín Cabrera y Jesús de Gracia, y de los sucesivos proyectos habidos en esta
tierra, tanto en el seno del Gran Oriente Francia con el proyecto que se da en
la ciudad de Gijón en 1871, que acabamos
de presentar y que también concluye años
más tarde sobre 1875.
Hubo otros proyectos y otras logias bajo
los auspicios de otras Obediencias, muy
famosas y prolijas en su desarrollo y presencia, en el seno de la sociedad asturiana, tanto
ovetense como gijonesa, sin descuidar otros talleres que se dieron en Belmonte,
Bimenes, Luarca, Trubia, Navia o Aviles, sin olvidar los triángulos de
Turón o de Nava.
Pero el Gran Oriente de Francia ya no
estará presente en esa evolución, salvo tangencialmente cuando la alargada sombra del general Franco
se cierne sobre el trabajo masónico y sea, entre otras Obediencias, el Gran
Oriente de Francia quien recoja fraternalmente a los españoles exiliados en los
distintos talleres, o coopere a organizar la evacuación de los republicanos
españoles de los insanos campos de
Pero han tenido que pasar múltiples
procesos, a veces hasta rocambolescos, para que el Gran Oriente de Francia retornara de nuevo a los Valles de Gijón, y lo va hacer de la mano de nuevo de otros tres masones, en esta ocasión la
componente de origen de los fundadores
va a tener un carácter más autóctono puesto que dos son gijoneses, y un tercero es oriundo de Malleza, (Salas) y que van hacer retornar tras la friolera de 126 años de la ausencia de
la actividad masónica de carácter francés que representa en este caso el Gran
Oriente de Francia a Gijón.
Aunque este regreso no llevó como en los
casos anteriores una inactividad o ausencia de los trabajos masónicos, sino que
en ese ínterin la ciudad de Gijón vio levantar columnas de otras logias y
Obediencias, tanto en el siglo XIX, amén de los ya citados tenemos las siguientes logias: Amigos de la Humanidad nº 61
(1889-1894) La Perla del
Cantábrico nº 75 (1891-1892) La Razón
nº 124 (1878-1888), Ciencia y Virtud
nº 128.
En siglo XX, se cuenta en la historia de la ciudad con
las logias y triángulos siguientes: T\ AMESE nº 68 (1911) T\
Evaristo San Miguel
(1923) y luego las logias: Jovellanos
(1912-1938) Riego (1923-1936) Astúrica
(1925) López del Villar (1933)
y el Capítulo Rosacruz Alberto de
Lera (1933), tiempo este último en
que hubo un predominio en la atomización de trabajos bajo la tutela de la Gran Logia Regional del Noroeste, y
dependiente todos del GOE, a excepción del taller levantado por los hermanos
bombona, que bajo los auspicios de la
Gran Logia Española levantaban en Gijón la logia Astúrica que fueron todos
ellos los buques insignias de la masonería regional con logias tan importantes como la Jovellanos.
Tras un largo proceso inquisitorial por
parte del franquismo que duró sus cuarenta años llenos de días y noches,
retornó la masonería con la incipiente democracia y lo hizo a través de
aquellas viejas gentes que retornando desde el exilio de México o de Francia
ponían de nuevo la ilusión en colocar el bastión masónico en la nueva España, y
lo hizo como era de suponer preñada de inquietudes y de problemáticas tan
singulares como singulares eran los periplos de los retornados, con visiones
tan distintas y en ocasiones tan
contradictorias, pues no en vano los periplos americanistas y franceses arrojaron una singular visión de la España y del quehacer político, que
tuvo su correspondiente replica en el asentamiento de la masonería española de
1978.
La evolución o llegada a las tierras
asturianas de la masonería se hará de rogar y lo hará mediante la presencia de una Gran Logia Masónica Asturiana, que trajo tantos quebraderos de cabeza
a sus integrantes allá en la decaída de los 90. Será concretamente en abril del 1.992
cuando se presente ante la delegación del gobierno del Principado de Asturias
los estatutos de esa Gran Logia de carácter “salvaje”[1]
como ellos mismo recogen ,y que se conforma alrededor de las logias Hermes y Clío, y Mercurio Activo. Aunque su capitalidad la van a tener en Oviedo en
la calle Postigo Bajo. Talleres que
terminarán derivando sus problemas internos en los juzgados, dos años más tarde.
Los periplos masónicos asturianos son
escasos y ello hace que en parte
aquellos que seguían en la luz masónica,
tuvieran que hacerlo en los valles de Madrid, volviendo a encontrarse nuevos y
viejos mimbres astures en la Gran Logia Simbólica Española, y que pronto la
llegada de nuevos miembros y refuerzos y la insistencia del gastrónomo José Juan Iglesias del Castillo, Venerable el
nuevo taller que se va abrir en el
Oriente de Gijón, una logia que
aunque recoge el título distintivo de la primera: Los Amigos de la Naturaleza y Humanidad, ésta se pondrá bajo la
tutela de una masonería adogmática y liberal como la Gran Logia SimbólicaEspañola (GLSE) que aquellos momentos presidía el jurista alavés Javier Otaola.
Estamos hablado que esto sucedía en 1998.
En ese ínterin y buscando los miembros
salientes del proyecto de la GLSE establecido en Gijón una Obediencia dispuesta
a abrir trabajos en Asturias, pero con orientaciones racionalistas, y
adogmáticas desde el punto de vista de interpretación de las Constituciones de
Anderson, Gijón vuelve a ser sede de un proyecto alineado bajo la visión
anglosajona y más conservadora de la masonería
que representa la Gran Logia de España, que abre en Gijón un taller de la mano de su
Gran Maestre Ton Sarobe, que luego sería irradiado, y que toma como título
distintivo del Luces Miles o más
comúnmente Caballeros de la Luz [2].
Y que presidiría por poco tiempo David
Rivas Infante miembro de la Organización política Andecha Astur.
LA LOGIA ROSARIO DE ACUÑA
Al igual que en los casos anteriores, la
llama masónica que en algunas personas no se apaga nada más que con le periplo
vital dos masones de la década de los 90:
Paulino Lorences, Maestro Masón (3º) y
Ricardo Fernández Rodríguez, Compañero Masón (2º) , provenían ambos del malogrado
proyecto de la Gran Logia MasónicaAsturiana, en la que hubo una alta y cualificada participación, aunque terminó
como el rosario de la aurora, y algunos de sus miembros terminaron
sumándose a otro plan menos “salvaje” y más enraizado en la cultura y regularidad
masónica que representaba en esos momentos la Gran Logia
Simbólica Española, (GLSE) encarnado esa incorporación a la logia
madrileña Gran Atanor nº 27, de
la GLSE, en la cual se circunscribe todo
el grupo de masones asturianos y vallisoletanos que trabajando de forma
conjunta alternando la sede de los trabajos de forma alternativa, coinciden con
otra pieza del núcleo que conformará la piñata del GOdF en Gijón.
En ese contexto me inicio (Víctor Guerra García), en esta logia madrileña el 14 de
diciembre de 1997, y que más adelante conformaré el primigenio triángulo Rosario
de Acuña dependiente del GOdF.
Tras numerosos viajes a Madrid y
Valladolid para la realización del trabajo masónico, actividad y viajes que va
desmoralizando a un sector, concluye toda esa actividad con la fundación de una
logia en Asturias, con base en Gijón que toma de la antigua tradición masónica
gijonesa el título distintivo: Amigos de la Naturaleza y Humanidad, pero
esta vez trabajará bajo los auspicios de la GLSE, trabajo con mucha
precariedad de medios y recursos, reuniéndose en hoteles, casas particulares o
restaurantes, y con la concurrencia de masones de los valles de Valladolid, o
asistiendo a éstos cuando realizan sus tenidas en dicha ciudad castellana.
Esta situación muy dura en la condiciones
de trabajo, gasto y concepciones, unido al desconocimiento masónico de unos, y
las discrepancias y desencuentros personales pero también de proyección y de concepción
masónica, todo ello van aflorando cada vez más,.... y máxime cuando el grupo asturiano va
cogiendo madurez y conocimiento sobre la estructura masónica de la GLSE.
En el
taller gijonés bajo la égida de la GLSE,
pronto se van darán dos visones
distintas: una de carácter deísta y muy enraizada en el simbolismo de René
Guenón, y por tanto influida por conceptos y materias que la otra visión que se daba en el taller creía que debía estar exenta y que se constataba como contaminaciones de la masonería.
Estos últimos Hermanos entre los que yo me alineaba formando corriente más racionalista y
laica,, que bien representaba el
Gran Oriente de Francia, pero cuya idiosincrasia desconocíamos, imbuidos como estábamos en el albur masónico español.
La falta de entendimiento entre algunos miembros y con
posturas cada vez más contrapuestas, apura la salida sin otra opción de varios
miembros que encabezo en una tenida-agape e Cangas de Onís , donde entrego el mandil a los lideres de esa primeriza logia: Pepe Igleisas y Juan Carlos Daza
En esa inestabilidad y divergencia
intervienen en gran medida las directrices que marcan desde el Oriente de la
logia gijonesa, José Juan Iglesias del Castillo como Venerable y Juan Carlos
Daza, como 1º Vigilante, que van dotando a la logia de un corpus simbolista
cada más esotérico, como en parte lo demuestra la edición del diccionario delJuan Carlos Daza sobre la masonería, en cuyo tomo hace compone un extraños corpus masónico
mezclando cábala, esoterismo, hermetismo con la tradición masónica,.
Si bien las dos concepciones pudieron
haber sido complementarias, no se logra el consenso entre los dos grupos, en tanto que unos estaban
muy alineados en la estructura escocista y simbolista guenoniana, con una práctica muy interna y negándose a una proyección exterior, el otro pequeño grupo conformado por Paulino Lorences,
Ricardo Fernández y Víctor Guerra empezaba a tener claro que hay había otras
maneras de ver y ejercitar la masonería, con una proyección más vital y social,
al estilo de la masonería francesa y relacionándose con el entorno masónico del
resto de la península, aunque por en medio estaba también las propias
contradicciones de la Obediencia en España.
Tras diversos tira y afloja, las
divergencias son cada vez mayores, y no se accede a la petición de la creación
de un triángulo dependiente de la logia, de tal forma que pudiera haber bajo el
mismo paraguas obediencial dos concepciones distintas como bien recogía que
pudiese ser la GLSE, aunque la Obediencia como tal en manos de Javier Otaola en aquellos momentos desconocía bastante la situación interna, magnificándose una vez la organización en base a baronías y reinos de Taifas un tanto aislados unos de otros, como bien se magnificó en la entrega de Carta Patente de la logia gijonesa en Madrid, donde el VM Pepe Iglesias, se quedó en el ágape totalmente aislado, al igual que el grupo asturiano, ya que la figura central era Javier Otaola y su Gran Consejo.
Finalmente el grupo citado Paulino, Ricardo y el que suscribe, concluye su
presencia en la GLSE, solicitando su Plancha
de Quite, la primera que se presenta es la mía (Victor Guerra) es la mía como Aprendiz y la cual se produce en 1999, después de un intento de volver a atraerme a la logia por parte de Ricardo Fernandez y Paulino Lorences, estos abandonan la GLSE al vez que yo no cambiaba de opinión y a partir de ese momento se abre un largo paréntesis en el cual los tres citados masones ya
en plena facultad de movimiento iniciamos la búsqueda de una Obediencia que
recogiera nuestras inquietudes, una vez descartada la GLSE, y el DH, éste último por
creerlo aún muy ubicado en la línea simbolista, y porque en parte resultaba más
idóneo para nuestras particulares visiones una figura aún lejana en esos momentos, y que representaba muy bien el Gran Oriente de Francia.
Se había mirado hacia el Gran
Oriente de Francia, Obediencia que había tenido logias en Asturias, y que
además conocían de primera mano tanto Paulino Lorences como Ricardo Fernández, pero de refilón y el desconocimiento en esencial del GODF, casi que era supino pero
mediaba para que dicho proyecto fructificara que el Gran Oriente de Francia
quisiera o se decidiera ocupar masónicamente suelo español, cosa que finalmente
se hizo a través de un largo proceso en el cual participaban logias en parte
desgajadas de la GLSE, y de la Gran Logia de España, y de ahí que todo parte de la Respetable
Logia Blasco Ibáñez, que lideraba Juan Antonio Sanchez (Jass) y Sorolla
al oriente de Valencia y Constante Alona al Oriente de Alicante que
lideraba Rafael García Messeguer.
De éstos dos talleres mencionados retornaría la
presencia a España del Gran Oriente de Francia de la mano de las logias Blasco
Ibáñez y de Constante Alona,
logia en la que precisamente se inicia una personalidad que aunque no era
gijonesa, sino valenciana, tendrá mucho que ver con Gijón constituyéndose en todo un símbolo, la
librepensadora Rosario de Acuña.
De nuevo había presencia en suelo patrio del
trabajo masónico de carácter adogmático, liberal y laico que representa la masonería francesa cuyo liderazgo ejerce el
Gran Oriente de Francia, y que incorpora como miembros de pleno derecho y reconociéndoles
como masones a: Paulino Lorences, Ricardo Fernández y Víctor Guerra, con fecha
de abril del 2001 y en la cual prometen
respetar, lo que en parte venían desde tiempo persiguiendo:
Trabajar en una
“institución esencialmente filantrópica, filosófica y progresiva, la
francmasonería tiene por objeto la búsqueda de la verdad, el estudio de la
moral y la práctica de la solidaridad Trabaja por el mejoramiento material y
moral, y el perfeccionamiento intelectual y social de la humanidad. Tiene por
principios la tolerancia mutua, el respeto a los otros y a uno mismo, la
libertad absoluta de conciencia. Considerando las concepciones metafísicas como
del dominio exclusivo de la apreciación individual de sus miembros, ella se
abstiene de toda afirmación dogmática y tiene por divisa: Libertad, Igualdad y
Fraternidad”[3].
Atrás habían quedado los tiempos de
Murat, o la discusión sobre la
obligatoriedad del GADU en los trabajos masónicos del GOdF, las ideas
racionalistas y de proyección se habían abierto camino entre el esoterismo y
simbolismo mesiánico que otros predicaban, y ahora había ocasión de presentar ante
los asturianos una Obediencia liberal y laica, con una pujanza de 45.000
miembros y casi 300 logias, y abierta reconocer aquellos que desde posiciones
agnósticas o ateas podrían picar libremente a sus puertas de la masonería.
Con ello se deshacía la vieja
contradicción que se ha dado en buena parte de la masonería española que
suponía trabajar desde dichas concepciones de agnosticismo o ateismo, o de carácter
republicano en logias u Obediencias que invocaban todos sus trabajos al GADU, haciendo
de este concepto un chicle tan extenso y digerible en tanto en cuanto que para
unos era la trascendencia y para otros
podían ser el bing bang o algo etéreo, y teniendo que jurar en muchos casos o prometer sobre Biblia, o libros blancos y practicando rituales con
viejas y prístinas presencias cristianas y caballerescas.
La incorporación de los elementos
asturianos se hace a través de la logia Blasco Ibáñez de Valencia, que pronto
se construyen en Triángulo y vuelven a repetir en parte el ciclo que se había
dado durante la primera y segunda experiencia masónicas dentro del GOdF en
Asturias, presión por ser reconocidos como tal, ralentización administrativa de
la logia de la cual se depende, extravío de documentaciones, unido todo ello a
una expectante paciencia por parte del GOdF en ver que va sucediendo al Sur de
la región del sureste francés, y observando el
cariz que toma el proyecto español del GOdF, muy criticado por la GLE y
en parte por la GLSE, que ven invadidos sus dominios territoriales.
Si bien el proyecto gijonés de un establecimiento de una masonería adogmática y
laica, no parece en principio que tenga fuerza, pues se solapan a su presencia
la de otros grupos masónicos bajo la égida de la GLE, o el otro sector de la
masonería mixta dependiente de la GLSE, que tras pasar por diversos periplos
concluye con la culminación de una pequeña logia sobre la reconstrucción de la
anterior, pero ahora optando por otro título distintivo: La Indivisible [4];
la prueba esa fuerza esta ahora demostrada con el levantamiento de columnas.
Así es como el proyecto del Gran Oriente
de Francia en Asturias, va renaciendo, abriéndose
paso poco a poco, y dando a conocer a través de artículos y diversos trabajos
de investigación que la masonería ha tenido peso en la región, y que el GOdF,
ocupó un importante espacio en esa sociabilidad masónica de comienzo y finales
del siglo XIX.
Ese trayecto y proyecto masónico se va consolidando al tener ya un
reconocimiento como futura logia, que se aprueba definitivamente el 29 de enero
del 2003 en el seno del Congreso Regional celebrado en Toulouse que aprueba la constitución de la futura logia Rosariode Acuña al Oriente de Gijón.
Llama la atención que una logia como la
gijonesa adscrita al GOdF, tomara en esos momentos como título
distintivo el de una mujer. La intención de esta preferencia por la figura de Rosario
de Acuña, tiene su base mostrar una inclinación hacia una masonería que se
concibe por este grupo como mixta, pero las opciones y posibilidades son las
que hay, el adoptar un titulo distintivo como el de Rosario de Acuña,
ya deja clara la proyección social, política y cultural que desea tomar como
taller, a ejemplo de la que ejercitó la
también masona Rosario de Acuña iniciada en la Respetable logia Constante
Alona de Alicante y en la cual adoptó el simbólico de Hiparía.
Por otro lado la aceptación de tal
patronímico es una reivindicación del librepensamiento que tan bien defendió
desde diversas páginas la librepensadora madrileña, pero gijonesa de adopción, y que constituyó todo un símbolo para las
clases menos pudientes de la sociedad gijonesa.
Así es como la logia Rosario Acuña a día de hoy presenta unas columnas preñadas de la
presencia de 13 masones, empeñados en la puesta en valor de la masonería laica
y adogmática y liberal que representa la masonería que proyecta el Gran Oriente de Francia, que
esperamos rompa el círculo histórico en que se movió la masonería francesa en
Asturias.
He dicho en Villaviciosa en el día de la republicana efeméride del 14 de Abril del 2004
Víctor Guerra
[1] Cuando una logia
no depende o se adscribe a una Gran Logia u Oriente, se la considera “salvaje”
aunque pueda estar constituida regularmente.
[2]
A esta
logia se le dedico un trabajo en la Revista del RIDEA. Guerra García, Víctor: El título distintivo de Caballeros de la Luz
en la masonería asturiana. BIDEA n º 159, Enero-junio del 2002
[4]
Logia que deriva de la extinta logia Amigos de la Naturaleza y Humanidad
de 1998. levantada bajo los auspicios de la GLSE.
Texto @Víctor Guerra.
- Miembro del Centro Estudios Históricos de la Masonería Española (CEHME)
- Institut Toulousain d´Etudes Maconniques
- Circulo de Estudios de Rito Francés Roettiers de Montaleau
- Director Academia Internacional Vº del Rito Moderno /UMURM
Comentarios
Ahora comprendo más tu trayectoria, tras leer esta plancha de 2004.
Aleccionadora y clara, es coherente con la búsqueda honesta y rigurosa de quien la firma.
TAF,
Ignacio Merino