La masonería frente a las propuestas de Sarkozy
Todo esto constituye un desprecio hacia la mitad de la población que no se adscribe a ninguna religión y que sin embargo cultiva una espiritualidad hecha desde la libertad y la progresividad, creándose de este modo una discriminación inaceptable.
La ley de separación de las Iglesias y el Estado no puede soportar una violación semejante bajo el pretexto de un coloquio semejante en el marco de la Unión Europea.
La redacción del proyecto de Tratado para la Constitución Europea revela hoy cómo las dificultades planteadas entonces en relación con las raíces cristianas estaban fundamentadas. La tentación de reintroducir lo religioso en la gestión de los asuntos de Estado aparece hoy más que nunca.
Los Francmasones y Francmasonas de las Obediencias firmantes reiteran con insistencia, por su compromiso con la idea de separación de Iglesias y Estado regulada por la ley de 1905, al Presidente de la República su rotunda oposición a cuantas tentativas pretendan hacer jugar a las Iglesias dogmáticas jugar un rol en nuestra sociedad civil.
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