El masón Manuel Cué
DATOS Sobre MANUEL CUE
Terciando en el tema me gustaría aportar una serie de datos que siempre se ignoran sobre Manuel Cué y es su membresía masónica en Cuba, en cuyo país lo encontramos trabajando “su piedra bruta” en la logia “Los Girondinos nº 16” de Cuba en 1888, dicho taller estaba en esos momentos bajo los auspicios del Gran Oriente Español.
En el taller masónico empleaba, Cué empleaba el nombre simbólico de “Nemo” y su profesión en aquellos momentos era la de Hacendado, y su grado en masonería era de Caballero Rosacruz grado 18º, y su cargo en 1888 era la de Orador
El libro de semblanzas titulado “Indianos del Oriente de Asturias” de Gracia Noriega, aporta alguna referencia sobre quién es éste hiramita:
“...nace en el caserío de La Arquera, el 9 de Junio de 1834, y pasó sus primeros años en casa de su abuelo a la sazón comerciante que anima al joven Cué con 17 años a emigrar a Cuba....”
En 1865 se registra como la primera vez que Manuel Cué viene a Asturias, y volverá a Cuba en 1872, para regresar y casarse en 1874 en Santander, creando una casa comercial..”
Hay ciertas discrepancias en fechas, pues si nos atenemos a la semblanza realizada por Gracia Noriega, es como si Manuel Cué, no se hubiera movido ya más de Asturias desde 1874, puesto que no se aportan más referencias de viajes y estancias de éste llanisco en las Antillas..
Era bastante típico que dichos indianos tuvieran residencia en ambas orillas del océano, como ya hemos visto con algunos personajes ya tratados en la masonería de 1900, que aún estando afiliados en la masonería asturiana sus domicilios estaban en las tierras de ultramar o viceversa.
Como todo indiano que volvía rico, y con la condición de ser o haber sido francmasón y con el grado de Príncipe Rosacruz (18º), tal vez sean más explicables sus preocupaciones filantrópicas, aunque también es cierto que era muy común entre los indianos no masones el prodigarse en tales filantropías. Según nos cuenta Gracia Noriega la preocupación de Manuel Cué por la labor educativa era grande:
“el indiano Manuel Cué permanece unido al recuerdo del colegio de la Arquera que levantó a sus expensas en las inmediaciones de Llanes(...),. Esta institución educativa va estar regida por los Hermanos de la Doctrina Cristiana, los famosos “hermanos baberos” que habrían de regir varias instituciones educativas en Asturias, y que algunos de ellos fueron víctimas en los sucesos revolucionarios del 34, en cuyos conflictos habrá más de un masón implicado.
Está claro que Cué fue masón, y le valió para tierra cubana, porque cuando regresó su membresía masónica parece que se dsolvió como un azucarillo, aunque en su defensa hay que decir que no solo esa cuestión le afectó a él sino a otros muchos que regresaron como masones pero no se incorporaron a la labor hiramista asturiana.
Víctor Guerra Miembro del CEHME y del IDERM
Comentarios
Con respeto y agradecimiento
Su amigo
Arq. Leonardo Soberon Arce
Puerto Vallarta, Jalisco Mex.
arqsoberon@hotmail.com.